En estos 10 años como diseñadora freelance
He aprendido valiosas lecciones a base de prueba y error, acerca de
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cómo presentar un portafolio que te abra puertas a oportunidades,
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cómo escribir emails para recibir respuestas e incluso cerrar colaboraciones,
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qué precio poner a mis diseños para que mi negocio sea rentable en el largo plazo,
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cómo enfocar mi trabajo a un nicho concreto,
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cómo sobresalir por encima de la competencia a través de desarrollar un estilo único,
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y hasta qué palabras pronunciar para que tus clientes digan que sí.
El camino del freelance es duro, requiere de mucha paciencia, de no tirar la toalla nunca y creer en ti.
El camino del freelance con una persona que te acompañe y que ha pasado por todas esas experiencias es mucho más fácil y llano.
Por eso ahora he decidido acompañar a otros diseñadores de estampados como tú para enseñarles las bases de un negocio creativo que funciona y que te hará llevar la vida profesional que deseas.
Ser freelance es motivador y tu crecimiento profesional no tiene límites. Puedes elegir con qué clientes o en qué proyectos trabajar que estén alineados con tu filosofía.
¿A que suena bien?
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