Muchas de las profesiones creativas como la del ilustrador, diseñador gráfico, diseñador web e incluso la del diseñador de estampados se puede hacer en remoto y de forma autónoma. Para mí esto siempre ha sido una ventaja ya que vengo de una ciudad muy pequeña en la que el diseño no es una industria potente. Por lo que ser freelance fue prácticamente la única opción que había para mí.
Pero ser diseñador de estampados autónomo no es para todo el mundo. Y de cuento por qué.
Cuando decides emprender tu carrera de diseñador de estampados como freelance te vas a enfrentar a un sinfín de situaciones a las que un empleado no tiene que enfrentarse.
Así que te dejo una lista de algunos Pros y Contras de ser diseñador freelance. Voy primero con los contras para que al final te quedes con un mejor sabor de boca.
Contras:
No vas a tener un sueldo fijo a final de mes. Esto en principio parece un contra pero, si te gusta sacar la mayor rentabilidad posible a tu trabajo, podrás ganar mucho más dinero siendo freelance que asalariado. Porque tú vas a elegir en cuantos proyectos trabajar al mes, con cuantos clientes y el precio que quieres cobrar por ello. Así que, a la larga, vas a ganar más dinero siendo freelance.
Vas a tener que lidiar con la incertidumbre. SIEMPRE. Da igual si estás empezando como si llevas tiempo siendo autónomo. La incertidumbre es el pan de cada día. Hay maneras de que la incertidumbre no te genere un estrés que al final no te deje vivir y es aprendiendo a gestionar tu dinero, a prever y adelantarse a momentos de “vacas flacas” y a tener un buen colchón económico que te dé seguridad por si pasan cosas inesperadas.
Vas a tener que lidiar con la soledad. Cuando trabajas de manera autónoma sueles trabajar solo, en tu casa y sin compañeros. Si eres una persona muy sociable esto te va a parecer un contra, pero si eres una persona solitaria, te parecerá una gran ventaja. Para lidiar con esto, muchos autónomos deciden irse a trabajar a un coworking. Así tienen una vida laboral un poco más parecida al ambiente de una oficina o empresa.
Tienes que dedicarte a actividades que no tienen nada que ver con tu profesión, como por ejemplo tareas administrativas, de gestión, de marketing y ventas, etc. Es decir, si no te gusta lidiar con clientes, hacer facturas, promocionarte, etc, vas a tener que o acostumbrarte a ellas o delegar estas tareas a otras personas que colaboren contigo.
Es más difícil desconectar del trabajo. Cuando eres empleado cierras la puerta de la oficina y te puedes olvidar de todo hasta el día siguiente. Pero al ser autónomo, tu cabeza nunca va a parar de pensar, buscar maneras de optimizar tu trabajo, ganar más dinero, tener suficientes clientes…y todo lo que esto conlleva. Como no tengas una mente amueblada y preparada para esto, no lo vas a pasar muy bien.
Cuando decides emprender tu carrera de diseñador de estampados como freelance te vas a enfrentar a un sinfín de situaciones a las que un empleado no tiene que enfrentarse
Estas son algunas de las “desventajas” que tiene ser freelance. Pero depende de cómo las gestiones se pueden convertir en ventajas.
Y ahora te cuento algunos de los Pros que tiene la vida freelance:
Trabajas dónde y cuándo quieras mientras tengas una buena conexión a internet. Si eres nómada o te gusta viajar es una gran ventaja poder hacer tu trabajo desde cualquier parte del mundo.
Tú eliges en qué proyectos o con qué clientes trabajar. Al ser freelance tienes más libertad para elegir en qué proyectos te quieres involucrar. Tienes más poder de decisión en este sentido.
Tú decides tus tarifas. Al estar en el mercado como freelance te estás posicionando como especialista. Y ya sabemos que los especialistas suelen cobrar más. Como tú eres quien tiene que gestionar las finanzas, tus tarifas van a estar acorde, no solo a tu experiencia y a tus conocimientos, sino al nivel de vida que hayas elegido.
No hay límites para el desarrollo profesional. Al no estar trabajando para ninguna empresa, esto te permite crecer como profesional hasta donde tú quieras llegar. Cuando trabajamos como asalariado para una empresa, llega un momento en que ya no puedes crecer más porque has llegado a la cúspide, y la única manera de seguir creciendo es cambiar de empresa. Pero siendo freelance el límite es tu imaginación.
Tienes flexibilidad horaria y conciliación. Como no tienes ningún jefe que te pague un sueldo a fin de mes, tú decides en qué horarios trabajar. Puedes elegir el horario en que seas más productivo para ponerte a trabajar o puedes conciliar mejor tu vida si tienes hijos o familiares a tu cargo. También tú decides cuándo irte de vacaciones y cuándo descansar.
La verdad es que seguiría enumerando un millón de ventajas más, porque para mí, ser freelance son todo ventajas. Pero siempre digo que ser freelance no es para todo el mundo. Si eres una persona muy organizada y disciplinada, si sabes llevar la incertidumbre, eres fuerte mentalmente y te encantan los retos, pues ser freelance podría ser para ti. Pero si en cambio a ti lo que te gusta es un horario fijo, saber lo que vas a ganar a final de mes y tener una vida más rutinaria, pues emprender no es para tí.
Al final tienes que encontrar la opción que sea más “natural” para ti, la que menos esfuerzo te suponga y la que más satisfacción te dé.
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¡Me encantaría ser parte de tu éxito!
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Nos leemos la semana que viene con un buen té o café frío, ideal para el verano :)
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