Hay muchísimos blogs y páginas webs que te hablan del camino del emprendimiento desde la parte del marketing, de buscar clientes, de vender, incluso de planificar todo. Pero ¿y quién te habla de la parte psicológica y mental? Pues muy pocos o casi nadie, diría yo. Además de que, como estamos en la era del postureo, muchos de los emprendedores se muestran siempre con la energía a tope, sonriendo todo el rato y contando solo sus éxitos. Lo que muchos no saben es que para llegar a ese éxito se ha tenido que pasar por muchas dificultades, obstáculos y desafíos que incluso pueden durar años.
Pues si un negocio cualquiera es difícil, imagínate un proyecto creativo en el que el mayor activo eres tú mismo. La mayoría de los ilustradores, artistas o diseñadores de ciertos sectores hemos tenido temporadas de bajona que han durado mucho tiempo hasta tal punto de que nos ha paralizado tanto a nosotros mismos, como a nuestra creatividad y a nuestro proyecto.
Y más difícil es cuando en tu entorno familiar te dicen “estudia algo que tenga salidas por si lo otro te falla”...Yo sé que el trabajo como artista a lo mejor no arregla grandes problemas de la Humanidad (o a lo mejor sí, porque a mí el arte me ha salvado toda la vida de padecer vacío existencial y depresiones de caballo) pero yo no veo a los padres decirle a sus hijos que estudian arquitectura (por ejemplo) o mecánica o fontanería decirles “estudia otra cosa o ten un plan B por si esto te falla”. No, no lo veo. En cambio si estudias arte sí que es más común que te digan esas cosas.
en tu entorno familiar te dicen “estudia algo que tenga salidas por si lo otro te falla”
Tenemos la imagen en la cabeza de algunos artistas de antes que se murieron de hambre porque no vendieron una obra en su vida. Y probablemente nuestra familia piense que si nos dedicamos a una profesión artística vamos a acabar chupando pinceles porque no tenemos qué comer. Por suerte a mí no me ha pasado eso y he vendido ya muchas obras en vida. Así que esa barrera está superada.
Por lo tanto, en muchos de nosotros, la primera barrera que tenemos que superar es el no apoyo familiar. Porque, perfectamente puedes pasar de lo que ellos piensen de ti y de tu vida pero en nuestros primeros años de juventud queremos ser aceptados, valorados y validados por el núcleo con el que convivimos. Somos seres sociales y necesitamos sentir que pertenecemos a un grupo que nos apoya y nos sustenta. Así que si no tenemos eso nos pasamos mucho tiempo para convivir con ello, aceptarlo y tener que superarlo. Y por eso en un negocio creativo o artístico convive con nosotros esta parte tan personal.
Después está el momento de mostrar nuestro arte al mundo. Estamos temerosos de que guste y, nuevamente, encontrar nuestra tribu o grupo de seguidores que serán los que nos apoyen, nos valoren y nos validen. No estoy hablando del problema de tener que depender de los demás para sentirnos validados o valorados. Está claro que nosotros mismos tenemos que valorarnos antes que nadie. Pero el arte es una manera de comunicar, de generar emociones y al final, de conectar con otros seres humanos. Así que si no consigues esto, te frustras.
Por eso creo que este tipo de negocios tiene este extra de dificultad. Hay que saber lidiar con la cantidad de noes que recibimos porque lo solemos tomar de manera personal. Debemos de tener la mente fresca para que la creatividad no merme y a veces no es posible porque ves que tu negocio no prospera o porque cada proyecto o idea que lanzas no funciona. Y tenemos que ser muy organizados y estrictos en los tiempos de ocio y de descanso. Como nuestro negocio es nuestra pasión, solemos traspasar la línea de los momentos de ocio y descanso para seguir trabajando. Y entonces nos sentimos agotados, con dolores de espalda, con contracturas físicas, con dolores de cabeza y un sinfín de síntomas generados por el agotamiento mental y el estrés.
Casi todas las veces que he emprendido un proyecto o una idea nueva, lo he hecho desde la más absoluta ignorancia. Quiero decir, que no tenía ni idea de cómo funcionaba la industria o el mercado al cual me quería dirigir. Me pasó cuando quería ser ilustradora de cuentos infantiles. No conocía la industria editorial. No tenía ni idea de cómo se presentaba un proyecto o cuáles eran las vías para hacer llegar mi portafolio. Y como yo era muy temeraria y la verdad, nunca he tenido miedo a enfrentarme a situaciones nuevas, simplemente me lanzaba e iba aprendiendo a base de prueba y error.
Me pasó también cuando quise dedicarme al diseño de estampados para moda. No tenía ni idea de cómo funcionaba la industria de la moda. Ni tampoco qué esperaban las marcas de un diseñador de estampados, ni de cuáles serían mis tareas y funciones. ¡Es que ni siquiera sabía hacer un rapport! Y esta vez, me puse a buscar en internet información sobre la profesión del diseño de estampados. Y toda la información estaba en inglés. Lo cual para mí no fue un gran problema ya que yo sé inglés pero es verdad que cuando empecé en esta profesión mi inglés hablado no era muy bueno y tampoco entendía mucho cuando me hablaban. Así que hubiese estado guay que la información estuviese en español también. Y aprendí a hacer estampados viendo videos de Youtube y practicando mucho. Al principio me costaba horas hacer un rapport. Ahora lo hago en un abrir y cerrar de ojos. Al principio, mis estampados estaban “sucios”. No tenía ni idea de que al imprimirlo en tela se iban a ver todas las imperfecciones del dibujo si no los había “limpiado” antes. Quien se dedica al diseño de estampados sabrá a lo que me refiero con “limpiar el dibujo”.
Total, que me llevó años encontrar estrategias y formas de presentar mi portafolio, de llegar a las empresas y clientes potenciales, de conseguir proyectos, de promocionarme, etc, etc. Y ojalá hubiese tenido alguna mentora o guía en aquel momento. Me hubiese ahorrado mucho tiempo, dinero, frustración y lágrimas. Por eso, después de tantos años y de tantas lecciones aprendidas, te recomiendo que, si quieres lanzarte a diseñar estampados de manera profesional y no tienes ni idea de cómo funciona este mundo, busca ayuda e infórmate.
Y, por eso, he lanzado dos curso online de mentorías, el cual ya tiene las plazas abiertas, para enseñarte cómo funciona este mundo, cómo tienes que mostrar tu trabajo, dónde buscar oportunidades de trabajo o proyectos y todo lo que necesitas saber antes de hacer de tu pasión por el diseño de estampados una profesión rentable.
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Me encantaría ser parte de tu éxito.
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Nos leemos la semana que viene con un buen té o café calentito :)
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